Tod@s queremos prosperar en nuestras vidas. Pienso que la mayoría de las personas que leen estas líneas lo afirmaría porque nuestra sana y neta condición humana tiende a una continua evolución que idealmente quiere encontrar la plenitud.
Sin embargo, resulta curioso que, en ese viaje, muchas veces deseamos obtener logros o ciertas cosas pero hacemos lo contrario (o nada) para alcanzarlas. Por ejemplo:
1.- Quieres una relación que te llene. Sin embargo, abandonas y no haces nada para obtenerla o mejorarla.
2.- Quieres emprender y crear un negocio de éxito. Sin embargo, abandonas y te escudas en los “buenos consejos” de otras personas que sugieren prudencia y trabajo estable.
La aproximación TRADICIONAL mira en la dirección de lo que QUIERES y lo que HACES para encontrar, en combinaciones inteligentes, estrategias que permitan alcanzar tus anhelos. Y si una estrategia no funciona cambias para encontrar la siguiente. O abandonas.
Plantéate una hipótesis RADICALMENTE diferente:
Tus acciones no encajan con tus deseos porque no encajan con quien ERES.
Mi trabajo consiste, fundamentalmente, en crear espacios que permitan a las personas alinearse con QUIENES REALMENTE SON, como profesionales, emprendedores, creadores, artistas, … que tracen PUENTES hacia si mism@s para que se despliegue su ACCIÓN NATURAL…lo GRANDE…aquello que llama a la aventura, al crecimiento y a la contribución y atraviesa, livianamente, fronteras y quiebros para llegar a donde, EN EL FONDO, quieren llegar.
En lugar de perder el tiempo probando, esperando, especulando, temiendo…, encuentra la armonía que te habita y despliega la vida que ERES, tu IDENTIDAD.
¿Por qué es tan importante descubrir la identidad? Como dice BLAY: “Porque cuando se descubre la identidad se soluciona completamente todo lo que es el anhelo de la vida, las demandas que se tienen y se resuelven todos los problemas que la persona pueda tener, porque la persona realiza la plenitud mucho más allá de lo que había soñado”.
Pregúntate: ¿Qué te impide, REALMENTE, comenzar a encontrarTE? A ti mism@. Ahora.
Si no es así, ¿cómo? Si no es ahora, ¿cuándo?
